El uso de las pantallas y el control seguro a todo ese mundo que está ahí dentro y al que cada vez tienen más fácil acceso, es hoy en día uno de los mayores retos de seguridad como padres y que nos resulta más difícil controlar y poner límites.
Afortunadamente, el entorno en el que vivimos hoy en día en nuestro país, es mucho más seguro que en otros lugares del mundo donde salir a la calle y sentir es seguridad se hace casi imposible por el miedo a que te puedan robar, raptar e incluso matar mientras vas tranquilamente a la escuela o al supermercado. No tenemos guerras que nos hagan dormir con la incertidumbre de si nuestros seres queridos vivirán un día más, no nos falta comida que llevarnos a la boca (aunque sea, cada vez, de peor calidad,) y el que más y el que menos podemos tener un techo donde dormir cada noche.
Pero la inseguridad sobre todo la de nuestros hijos, está detrás de las pantallas de un inofensivo teléfono móvil o tableta, que dan acceso ilimitado a toda clase de información a través de Internet y de las redes sociales y están expuestos a un mundo totalmente desconocido para nosotros los padres puesto que nosotros no lo hemos vivido ni tampoco lo hemos elegido. La tecnología, para lo bueno y para lo malo, avanza de una manera vertiginosa y es algo que forma parte de nuestra realidad y sobre todo la de nuestros hijos y con las que comparten con el resto de los iguales y que utilizan para comunicarse, divertirse, regularse, evadirse, y que es totalmente accesible, fácil y tentador para ellos. El problema reside en que es algo que no se va a resolver retirando, coartando e impidiendo su exploración.
Pero…¿está siendo realmente segura esa exploración y es posible que sí que haya peligros donde a priori no los estamos viendo?
Está claro que con todo este tema, al igual que con todo lo que está ocurriendo en nuestra sociedad, a los padres se nos está dejando toda la responsabilidad. Somos los responsables de su uso y su manejo mientras que otros se enriquecen a costa de la salud y el bienestar de nuestros hijos. Además , sabemos que todos los que están detrás de todo ese entramado juegan con ventaja puesto que tienen a verdaderos expertos trabajando para ello y que saben cómo funciona nuestro cerebro y el de nuestros niños y adolescentes. Lo peor es que la población diana a la que empiezan a dirigir todos sus contenidos, son los niños más pequeños, que hace que comiencen a consumir contenido mucho antes y que empiecen a ser adictos mucho antes…cuanto antes mejor. Tenemos que ser conscientes de que nada les importa ni la salud ni el bienestar de nuestros hijos y que nadie los va cuidar por nosotros.
Este desconocimiento, dificultad y rechazo, (porque tenemos que reconocer que a los padres de nuestra generación nos cuesta), nos lleva a confiar en exceso en el criterio y madurez de unos niños y adolescentes que lo único que tienen es curiosidad y necesidad de explorar y que encuentran en la tecnología, infinidad de posibilidades que les ofrece y que les produce tanto placer y entretenimiento que ellos por sí solos ni su cerebro en construcción, son capaces de regular su uso y el tiempo que deberían estar conectados y que a la larga puede producirles verdaderos daños físicos como mentales que ya empezamos a poder observar.
Las consecuencias de todo ese uso incontrolado y desmesurado son, entre otros; problemas de espalda, de visión, de sedentarismo, de baja autoestima, ansiedad social conocida como SÍNDROME FOMO que cada vez está afectando a más adolescentes. Esta patología psicológica produce una necesidad continua de tener planes y relaciones sociales ante el miedo a ‘perder experiencias gratificantes’. El uso abusivo de las redes sociales es una de sus principales causas.
Otra de las consecuencias más graves y que está influyendo también en nuestros adolescentes y sus relaciones es el que muchos de ellos tienen sus primeros contactos con la sexualidad a través del porno, yo lo llamo la ciencia ficción de sexo, donde el contenido que pueden consumir de una manera tan accesible pone en la mente de estos cerebros en crecimiento interpretaciones erróneas de la manera de relacionarse con un hombre o con una mujer en la intimidad y que dista mucho de lo que es la realidad y de lo que buscamos como seres humanos en una pareja o relación de respeto y amor.
Los padres no nos estamos dando cuenta de ello y si realmente empezamos a ser conscientes, nos resulta muy muy difícil controlar los instintos y necesidades de nuestros hijos y poner límites en esta cuestión, porque se enfadan, porque se revelan, porque no lo entienden y porque en muchas ocasiones a los padres nos resulta más cómodo tener a nuestros hijos quietos y entretenidos que estar pendientes de ellos.
Pues tengo que decirte que es nuestra responsabilidad como padres ofrecerles esa seguridad a nuestros hijos.
Por mucho que nos cueste, por mucho que nos sea difícil aprender de estos temas, por mucho que nos parezca más cómodo para nosotros, tenemos el COMPROMISO con nuestros hijos de procurarles esa SEGURIDAD y ese BIENESTAR tanto físico como mental.
Es de vital importancia que los padres seamos plenamente conscientes y contemos con herramientas que nos aporten esa SEGURIDAD de estar dándoles también esa seguridad a nuestros hijos sabiendo que estamos haciendo lo correcto.
Hay que entrar a valorar dentro de cada uno de nosotros, cómo abordamos esa relación que tiene nuestro hijo con la tecnología.
Por un lado puede que nos sintamos bien cuando nuestro hijo no molesta mientras está conectado, no siendo capaces de identificar exploraciones que pueden ser peligrosas… O puede que me sienta incapaz de poner límites a mi hijo porque no siento la suficiente fortaleza para ello y me dejo llevar por la debilidad cediendo cuando ellos responden con oposición y en contra de los límites marcados.
¿Te cuesta poner límites a tus hijos con el tiempo de uso? ¿No sabes cuánto es el tiempo aconsejado para cada uno en cuestión de su madurez y su edad? , ¿te descubres ofreciéndole a tu hijo pequeño el móvil para que se tranquilice, se calme y te deje tranquilo/a?
Desde el CÍRCULO DE SEGURIDAD podemos ver que nuestros hijos NECESITAN EXPLORAR TODO SU MUNDO y para ellos esa parte forma parte de ese mundo, aunque del nuestro puede que no. Pero también siguen necesitando que ESTEMOS PENDIENTES DE ELLOS. Necesitan que el adulto les anime a explorar, les acompañe pero que NO LE DEJE NI LE ABANDONE, sobre todo en aspectos que ellos a priori desconocen y que son incapaces de ver y que pueden ser peligrosos para su desarrollo. ES NUESTRA RESPONSABILIDAD.
Te invito a entrar en la ESCUELA DE PADRES SEGUROS donde encontrarás un espacio donde poder tratar abiertamente y sin juicio de todos estos temas que nos preocupan en relación a la educación de nuestros hijos y recibir el apoyo y la comprensión que necesitas.
Descubrirás EL CÍRCULO DE SEGURIDAD PARENTAL la mejor herramienta donde poder encontrar la SEGURIDAD que tu hijo necesita, donde aprenderás a saber qué es lo que necesitan nuestros hijos y a darles respuestas más firmes y bondadosas siendo siempre padres MÁS GRANDES, FUERTES, SABIOS Y BONDADOSOS.
Te espero…