La calidad de nuestra vida, de nuestras relaciones, es el resultado de lo que sentimos y cómo lo sentimos. Esos sentires los hacemos no por los eventos ni circunstancia que hemos vivido, sino por la “interpretación” que nosotros hemos hecho de esa situación y del sentir del que va acompañado.
Cuando somos niños, consciente o inconscientemente, decidimos el “significado” de las cosas de una manera muy simple, infantil, sin apenas recursos con muchas limitaciones y ese sentir y esas decisiones nos van a acompañar el resto de nuestra vida, como patrones inconscientes y que en la mayoría de las ocasiones ni sabemos que existen. Lo único que sabemos es que hay momentos en nuestra vida en que no nos encontramos bien, que hay cosas que nos duelen, que nos hacen sufrir y cada vez pesan más y más y nos resulta más difícil convivir con ellos y “como no sabemos que existen…, tampoco sabemos cómo soltarlos”.
Cuando no hacemos caso a esos mensajes la vida nos va a “gritar” para que nos demos cuenta de que algo pasa, de que algo no va bien y lo va a hacer en forma de ansiedad, depresión, estrés, apatía, desilusión, enfermedades, dolencias…
Con la INTERVENCIÓN ESTRATÉGICA, y mediante una conversación guiada y estructurada te ayudo a descubrir cuáles son los puntos dolorosos en tu vida, cuáles son esos sentires, esas emociones, esos patrones de comportamientos y qué mensajes no estás sabiendo leer ni interpretar. Una vez que los tenemos detectados, vas a poder tomar decisión de cambio y mediante técnicas de transformación y visualización, podrás “SENTIR EL CAMBIO” y sentirte “más equilibrado y alineado” con lo que tú realmente eres y quieres en tu vida.
“ Señor, concédeme VALOR para cambiar lo que soy capaz de cambiar, SERENIDAD para aceptar todo aquello que no puedo cambiar y SABIDURÍA para entender la diferencia.”
Reinhold Niebuhr
Las emociones forman parte de nosotros y son un mecanismo de adaptación y de supervivencia. Esas emociones son mensajes, “cicatrices”, señales de acción, medidores internos que se han ido formando a través de nuestras experiencias y que nos dan pistas de cómo somos, de lo que nos afecta, de lo que nos disgusta, de cómo queremos que nos traten y de nuestros propios límites..
No hay emociones buenas ni malas sino que todas son necesarias para nuestra supervivencia. Gestionar correctamente nuestras emociones y saber interpretarlas nos da la capacidad de conocernos y de conocer a los demás.
Con la Intervención Estratégica detectamos emociones, cómo las sientes, cuándo las sientes, dónde las sientes, en qué te estás enfocando, dónde van tus pensamientos en esos momentos y qué significan para ti…estas emociones que saltan de una manera automática, esconden energía mal gestionada, son ventanas abiertas a esos momentos difíciles en nuestras vidas que no supimos solucionar o darle una respuesta más consciente y lo hicimos en supervivencia.
A veces nos sentimos perdidos, sin rumbo, que no tenemos dirección. Otra veces nos marcamos objetivos pero no sabemos los motivos pero nos quedamos por el camino sin llegar a conseguir eso que queremos, con ese sentimiento de fustración y culpa que nos invade por no poder conseguirlo y no saber qué hacer para avanzar. Es necesario tener claridad para poder avanzar en nuestra vida.
Esa claridad nos llega tras reflexionar en el lugar en el que nos encontramos y en el sitio en el que realmente queremos estar. Después buscaremos las incoherencias que inconscientemente surgen dentro de nosotros y que van a ser las que no nos dejen avanzar y lograr nuestros objetivos. Hay que detectar lo que creemos de nosotros mismos, lo que somos o no somos capaces de hacer que nos está limitando, aquello de lo que estamos seguros pero que seguramente no sea verdad pero nos estamos creyendo y no nos está ayudando a avanzar.
Si quieres dejar atrás tus fantasmas del pasado, desbloquear emociones atascadas o elevar tu poder personal ponte en contacto conmigo para descubrir si te puedo ayudar.
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